Confesiones de un malandrin (Musiza 1981)

            

1. Puede hacerse
2. Còmete la manzana
3. El cerezo
4. La pulga de agua
5. Il viaggiatore
6. Forte
7. Devi trattarla bene
8. Cambia il vento, cambia il tempo
9. Confesiones de un malandrin
10. En la feria del este
11. Baile en fa menor
12. El regalo del ciervo
13. Señora

 

 

Puede hacerse
(Carlos Toro - Angelo Branduardi)

Puede hacerse, puede hacerse,
Discutir o comprenderse.
Puede hacerse, puede hacerse,
correr o detenerse.
Descansar o fatigarse,
gritar o dominarse,
revelarse, conformarse,
velar y desvelarse.
Puede hacerse, puede hacerse,
luchar o comprenderse,
insistir, abandonarse,
dormir y despertarse.
Puede hacerse, puede hacerse,
luchar o comprenderse,
caminar por otros lares,
navegar los siete mares.
Puede hacerse, puede hacerse,
Discutir o comprenderse.
Puede hacerse, puede hacerse,
dudar y convencerse.
Atacar y defenderse,
Subir y no caerse,
inventar mil opiopisodico,
sentir amor y odio.
Puede hacerse, puede hacerse,
luchar o comprenderse,
insistir, abandonarse,
dormir y despertarse.
Puede hacerse, puede hacerse,
luchar o comprenderse,
caminar por otros lares,
navegar los siete mares.
SOLO
Puede hacerse, puede hacerse,
Discutir o comprenderse,
adorarse, despreciarse
y sempre perdonarse.
Ser feliz y desgraciado,
soñar y ser soñado,
sospechar o confiarse,
caer y levantarse.
Puede hacerse, puede hacerse,
luchar o comprenderse,
insistir, abandonarse,
dormir y despertarse.
Puede hacerse, puede hacerse,
luchar o comprenderse,
caminar de madrugada
y comenzar con nada.
SOLO
Puede hacerse, puede hacerse,
cambiar o mantenerse,
destruir lo que se tiene,
amar lo que se pierde.
Puede hacerse, puede hacerse,
correr y detenerse,
enfriarse, calentarse,
y jamás desaminarse.
Puede hacerse, puede hacerse,
dar la cara o esconderse,
Puede hacerse, puede hacerse,
luchar o comprenderse.
Econtrarse, separarse,
mentir y disfrazarse,
echarlo todo al fuego
y comenzar de nuevo

 

 

Còmete la manzana
(Carlos Toro - Angelo Branduardi)

Niña que tan bonita estás
No lo lamentarár.
Cómete la manzana…..
Niña que tan ufana vas,
no te arrepentirás.
Cómete la manzana…..
Báilala tu vida entera
Al ritmo del tiempo que va.
Ríete con tu alegría.
Cómete la manzana…..
Niña que tan bonita estás
No lo lamentarás.
Cómete la manzana…..
Niña que tan ufana vas,
no te arrepentirás.
Cómete la manzana…..
Estréchalo contra ti
Al hombre que te despertará.
Buena su erte al que ya se va.
Cómete la manzana…..

 

 

El cerezo
(Carlos Toro - Angelo Branduardi)

Ya estaba muy cansado
Para llevarla en mí
Pero el viejo jardinero,
¿cómo puede renunciar
Al último perfume
Si el invierno viene ya?
Ya estaba muy cansado
Para hablarle de mí.
La sonrisa de la gente
Sin cesar acompañó
El camino de mi casa,
y el inverno viene ya.
Con ella mi cerezo
A su tempo maduró.
Ella vino una mañana
A pedirme sus frutos.
“Necessito unas cerezas.
Tengo que comer por dos”.
Yo miraba sus mejillas
Tan bella la encontré
Que sentí, como un volcán,
crecer en mí la rabia.
”Dile al padre de tu hijo
que las pida en tu lugar”.
Sonriendo como siempre,
la espalda me volvió
y la vi mirar el árbol,
la más linda flor del prado.
Era mi último perfume
Y el inverno viene ya.
Su más alta rama
El cerezo inclinó,
y el padre de su hijo
así la complació.
Ya estaba muy cansado…….etc

 

 

La pulga de agua
(Carlos Toro - Angelo Branduardi)

Una pulga de agua
La sombra te robó
Y sientes que estás enfermo.
Y la mosca de otoño
Que has pisado
No te perdonará.
El agua del arroyo
Fue quizá la luna de tu espejo,
No llames a tu sombra
Que ya no regresará.
Esa pulga de agua
La sombra te robó
Y sientes que estás enfermo.
Y la sierpe verde
Que has pisado
No te perdonará.
Ahora tienes que seguir cantando
Para tener tu sombra.
Y la pulga, que te escuchará,
Te la devolverá.

 

 

Il viaggiatore

Questa è la tua ora, parti, viaggiatore
che ancora molto per te deve accadere.
Per anni sui mari ti sei avventurato,
seguendo cauto le vie delle tue carte.
Quale desiderio rende inquieto il tuo cuore,
quale marea ti sta rubando il sonno.
Tu che nella tempesta sicuro hai navigato,
è questa l'ora, parti, viaggiatore.
Apri le vele ad accogliere il vento
che ancora molto per te deve accadere.
Cerca la rotta seguendo la corrente
verso un'oscura, remota stella.
Quale desiderio rende inquieto il tuo cuore,
quale marea ti sta rubando il sonno.
Senza esitare abbandona il tuo porto,
è questa l'ora, parti, viaggiatore.

Forte

Sei cresciuto nei vicoli scuri,
sei diventato forte,
giù nella città nascosta
dove la gente ha paura.
Un serpente velenoso
nella sua tana,
ti sorprende all'improvviso
colpisce alle spalle.
Sei cresciuto nei vicoli scuri
sei diventato forte,
tu cammini sicuro nel buio
luogo queste strade vuote.
I tuoi passi nella notte
risuonano cupi,
risvegliando di colpo dal sonno
chi dorme nel suo letto.
Sei forte, forte, sei diventato forte
forte, sei diventato forte...
Sei cresciuto nei vicoli scuri
sei diventato forte,
tu ti muovi protetto dal branco
come i lupi.
Un serpente velenoso
nella sua tana,
in agguato negli angoli bui
mi guardi dritto negli occhi.
Sei forte, forte, sei diventato forte
forte, sei diventato forte...

 

 

Devi trattarla bene

Devi trattarla bene,
dl te si fida.
Lei sempre ha avuto pane
per la tua fame,
nei giorni del dolore
lei ti ha voluto bene,
quando ti ha visto triste
ti è rimasta accanto.
Devi trattarla bene,
esserle amico.
Lei sempre ha avuto pane
per la tua fame,
nel freddo dell'inverno
lei ti ha tenuto caldo,
quando ti ha visto stanco
con te ha camminato.
Devi trattarla bene,
di te si fida.
Lei sempre ha avuto pane
per la tua fame,
lei che con te ha diviso
la gioia e il pianto,
quando ti ha visto solo
lei ti ha parlato.
Devi trattarla bene,
esserle amico
Quando la vedi triste
parlale piano
e quando viene notte
proteggila dal male,
ridi della sua gioia,
consolala se piange.

 

 

Cambia il vento, cambia il tempo

Cambia il vento, cambia il tempo,
fumo negli occhi,
si fa sera...
Mentre cammino lungo il fiume
tirando sassi ai mio cane.
Un aria fredda viene dal nord
e nel mio petto
il cuore pesa.
Cambia il vento, cambia il tempo,
sento l'inverno alle mie spalle.
Luci lontane oltre il fiume
voci lontane, indistinte,
vedo le macchine passare,
le ombre a tratti illuminare.
Sento nei bar gente gridare
la sento ridere, cantare.
Penso a te che sei lontana
che tu possa ora riposare
Cambia il vento, cambia il tempo,
fumo negli occhi,
si fa sera...
Dai giorni andati una canzone
mi torna in mente da lontano,
Cambia il vento, cambia il tempo,
sento l'inverno alle mie spalle.
Spero che là dove ora vivi
per te sia facile il cammino.
Che tu non conosca la paura,
la tristezza, l'abbandono,
che ti protegga il mio ricordo
nel vento freddo dalla sera.
Qualcuno tenga la tua mano
e che non ti senta sola.
Io penso a te che sei lontana
che tu possa ora riposare.
Cambia il vento, cambia il tempo,
fumo negli occhi e si fa sera...
Io penso a te che sei lontana,
che tu possa ora riposare.

 

 

Confesiones de un malandrin
(Carlos Toro - Angelo Branduardi)

Me gusta caminar con los cabellos
Cayendo despeinados por mis hombros.
Así me divierto corriendo el riesgo
De vuestro otoño sin arroyos.
Me gusta recibir en pleno rostro
La súbita punzada de la injuria.
Para sentirme vivo lo soporto
Bajo la protección de mi armadura.
Y me vuelve a la mente aquel paisaje
Que las cañas y el musgo han sumergido.
Y el amor de los míos, que no saben
Que han tenido un poeta en vez de un hijo.
Que me quieren lo mismo que a los aires,
A la lluvia y a todo cuanto tocan.
Raro será que quien me ofenda escape
A la punta de su horca.
Pobrecitos mis padres aldeanos,
Tan ancianos y siempre temerosos
Del Señor de los Cielos procelosos,
pueblerinos que nunca comprendieron
que su hijo querido y solitario
es el primer poeta de estos pagos,
y con zapatos como una patena
y sombrero de copa se pasea.
Mas sobrevive en él la cortesía
Del típico golfillo campesino
Que, ante el cartel de una carnicería,
le hace una reverencia al solomillo.
Y cuando encuentra algún cochero,
su pobre cuna le vuelve a la memoria,
y quisiera la cola del jamelgo
llevarla como el velo de una novia.
A la patria la amo,
aunque inferma de troncos oxidados.
Adoro los hocicos de los puercos
Y los suspiros de los sapos.
Estoy enfermo de infancia, de recuerdos
Y de blancos crepúscolos de invierno.
El acero se curva con el fuego
Para sentir calor y sueño.
A la cumbre del árbol yo trepaba
Para robar los huevos de los nidos.
¡Quién sabe si las copas siguen altas!
¡Quién sabe si los troncos se han podrido!
Y tù, querido perro, pobre amigo,
viejo y ciego, vencido por los años,
das vueltas y más vueltas sin sentido
por la complicidad de los establos.
Y me encanta mi pinta de golfante
Cuando en casa robaba unos mendrugos
Y los comía con cualquier tunante
O quizá con un perro vagabundo.
Yo jamás he cambiado.
Pienso y siento lo mismo de lo mismo
Se me escapan los versos de las manos
En busca de otro sueño como el múo.
Buenas noches. Los ojos del silencio
Me acechan desde el filo de la bruma.
Tras mi ventana crecen los deseos
De gritar contra la luna.
La noche es tan hermosa
Que pienso que morir no dolería.
¡Qué importa si mi espíritu es perverso
si mi pecado me hace companía!
Pegaso cansado y visionario,
tu galope carece ya de cura.
Vine como un maestro solitario
Y ya no canto más que miniaturas.
De mi cabeza de uvas maduras
Va goteando el vino en cabellera.
Quieto ser una vela de fortuna
Rumbo a un país sin nombre ni bandera.

 

 

En la feria del este
(Carlos Toro - Angelo Branduardi)

En la feria del este,
por dos cuartos,
un ratoncito mi padre compró.
Y viene el gato
Que se comió todo
Al ratón que mi padre compró.
En la feria del este……ETC.
Y viene el perro
Que muerde al gato
Que se comió todo
Al ratón que mi padre compró.
Y viene el garrote
Que pega al perro…
Y viene el fuego
Que quemó el garrote…
Y viene el agua
Que apaga el fuego…
Y viene el toro
Que bebe el agua…
Y viene el carnicero
Que mata el toro…
Y el Ángel de la Muerte
Ve al carnicero
Que mata al toro…
Y, en fin, el Señor
Sobre el Ángel de la Muerte
Y el carnicero…

 

 

Baile en fa menor
(Carlos Toro - Angelo Branduardi)

Yo soy la muerte y llevo corona.
Y yo de todos soy señora y patrona.
Soy tan fuerte, tan cruel, tan impávida y tan dura
Que no tengo ni compasión ni cura.
Yo soy la muerte y llevo corona.
Y yo de todos soy señora y patrona.
Y delante de mi sombra todos bajan la cabeza
Y marchan a mi paso y por mi senda.
Tú eres la invitada de honor
Del baile que bailamos.
Deja la hoz y gira vuelta a vuelta.
Danzandos con nosotros te espera la derrota
La muerte morirá con una nota.

 

 

El regalo del ciervo
(Carlos Toro - Angelo Branduardi)

Dime, caballero,
¿qué haces tan callado?
La meta de tu viaje,
¿què es lo que te aportó?
Las últimas cabezas de feroces tigres,
Alfombras fabricadas con pieles libres.
Por las colinas,
En plena primavera,
Lejos de todos,
De caza me marché.
Mi corazón latía con fuerza
Al poner una vez más mis trampas.
De repente, vino un ciervo
Que con dolor me confesò:
“Lloro mi destino,
muy pronto moriré.
Pero mi regalo
A ti te brindaré.
En mi cornamenta,
buen caballero,
y en mis orejas
podrás beber.
Para tu espejo
Serán mis claros ojos,
Y con my pelo
Tus cuadros pintarás.
Si con mi carne te alimentarás,
con mi piel te calentarás.
Con mi corazón tendrás
Un coraje singular.
Y comprobarás, caballero,
Que el cuerpo de tu viejo ciervo
Siete veces dará fruto,
siete veces vivrá.

 

 

Señora
(Carlos Toro - Angelo Branduardi)

Ella mira tu mano.
No necesita contemplar tus ojos
Ella descubre en tu mano
Cosas que tú no quisieras saber.
Puede leer tus amores
Y también tu vida y milagros.
Léame la mano, señora
Léame la mano.
Un hombre llama a su puerta.
La oscuridad no desvela su cara.
Esconde en su mano
Cosas que usted no quisiera saber.
Quiete de usted sus amores
Y también su vida y milagros.
Léame la mano, señora
Léame la mano.
Usted no sabe, señora.
No sabe ver el dolor que la espera.
El hombre duerme a su lado.
En su mano tiene su alma entera.
Le robará sus amores
Y también su vida y milagros
Léame la mano, señora
Léame la mano.
Usted no sabe, señora.
Qué dirección tomará ese ombre
Dolandte de su puerta,
por una larga calle polvorienta.
Usted que lee los amores
Y también la vida y milagros.
Léame la mano, señora
Léame la mano.

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